Marine y Julius somos mi pareja Xavi y yo en una vibración mucho más alta.
En la actualidad, aunque este término con ellos que son atemporales suena gracioso, dicen que no tienen cuerpo físico como el nuestro.
Nosotros los visualizamos como figuras de luz más o menos definidas y los hemos intuido en varias ocasiones.
Igual que yo me comunico con la Marina del pasado a través del espejo, los espejos son portales, y simplemente le digo que soy muy feliz.
Ellos se comunican con nosotros de manera muy simple.
Así como la Marina del pasado, en momentos duros de su vida, sentía que le decían, “esto también pasara “, ellos, que somos nosotros en el futuro, nos hacen ver que la historia de nuestra vida y de nuestras vidas, tiene un final feliz, no importa lo que pase en los entreactos.
Al igual que yo envío mensajes de esperanza a la Marina del pasado, Marine y Julius, nos los envían no solo a Xavi y a mí, sino a todo aquel que quiera recibirlos, pues nos proporcionan mensajes para nuestros libros.
A veces no escucho estos mensajes de esperanza. Me pierdo en mis pensamientos negativos que bajan mi vibración, en mis miedos, pero en el fondo, aunque muy tenue, oigo esa vocecita que me dice, “soy feliz”, y es mi yo del futuro, la de dentro de un par de días, o la de dentro de muchas vidas como Marine, que me susurra, soy feliz.
Marine y L’Ancien Julius, son llamas gemelas, compañeros de muchas existencias, de muchas vidas. Marine es una alegre y sabia sacerdotisa que comparte su saber con los planetas con los que interactúa, de mil diferentes maneras.
Julius, es un ser atemporal, un pozo de ciencia, con mucha curiosidad y ganas de saber más y más.
¿Estos seres son reales o forman parte de mi imaginación?
Todo puede ser, pero con ellos siento paz y eso me gusta.
Os seguiré contando más cosas, si os apetece.
Marina Vidal, escritora de éxito y del amor.
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