El escritor, ¿Nace o se hace?
¿Nace o se hace?. El escritor es aquella persona que escribe, sobre un tema variado que puede ser desde su propia experiencia, hasta situaciones que son imaginadas. El autor puede ser otra persona. Hay muchos autores de renombre que dejan la función de la escritura a otras personas.
Simplemente les une una relación, de esa manera el autor es el creador del verbo y el escritor es el que las estampa en papel, dándoles forma, color armonía y contexto.
¿Qué es escribir?
Escribir significa desarrollar la comunicación escrita, así que si tienes algo que decir, lo escribes.
¿Quién es escritor y desde cuando?
Ha habido un personaje que contaba o narraba historias. A su lado un escribano que escribía los manuscritos.
La transmisión de dichas historias eran de forma oral, por lo que se perdían o se alteraban según la persona que lo narraba. Para perpetuar la duración se optó por la escritura.
¿Por qué el escritor escribe?
Los motivos por lo que un escritor escribe son variados y cada cual conoce los suyos. Yo puedo hablar de manera genérica a continuación y al final de mi propia experiencia.
De una manera global sería algo así
Un escritor escribe para comunicar
La base de la socialización es comunicar, transmitir, hacernos entender con los demás miembros de un grupo, o una tribu, como dicen ahora, ese conjunto de personas con las que compartimos algo que nos une, ya sean lazos amistosos, interés, etc.
Se es escritor para entender
Es una forma de justificar, de responder preguntas, de trasladar el conocimiento, para aclarar las razones sobre un hecho o un pensamiento, es entendimiento. El ser humano es así por naturaleza.
A veces para que nos recuerden
Habría personas que hoy no recordaríamos sin los textos que dejaron atrás, lo que le puede pasar a grandes escritores, pero también a un nivel más cercano, en familia, con cartas o cuadernos que podría dejar alguno de sus seres queridos, por tanto, escribir es una forma de hacerse eterno, de recordar a los que son hoy, pero también a las generaciones futuras, publicar una narración, algún relato, un cuento, algo de ficción, realidad o leyenda es también una forma de recordar a su autor.
En ocasiones para recordar
La capacidad de la persona para recordar es muy limitada. Transcribir sobre un evento o una emoción siempre sirve para recordarlo en el presente y en el futuro.
De vez en cuando para desahogarse
La escritura tiene una función psicológica, relaja y alivia, es una terapia que sirve para eliminar problemas y sanar sentimientos, es una salida. El hecho de redactarlo toma un trozo de nosotros mismos y ese hecho de expresarlo, sacarlo, alivia tanto en situaciones de tristeza como alegría, escribir es llorar y es reír.
Y muchas para divertirnos
Contar historias es divertido, escribir a un amigo o pareja nos hace felices, podemos desarrollar una historia agradable, nos entretenemos dando forma a los personajes, inventando tramas, dando giros inesperados a una discusión, escribir es una forma de distraerse.
Algunos dicen si no le gusta escribir y se convierte en una obligación, no debería.
Deberíamos escribir más para ordenar ideas
En situaciones de desorden, cuando es necesario priorizar cosas en la vida, el hecho de poner en orden nuestras ideas, de manera sencilla, haciendo una lista, por ejemplo, el escritor toma conciencia de las prioridades de la vida, lo que es realmente importante, urgente y lo que puede esperar.
Así es escribir un libro, su contenido evoluciona con un orden.
Y mostrar disconformidad, reivindicar, cambiar la realidad
Escribir es protestar, enfrentarse al orden preestablecido, reflejar ideas que no son las que imperan. Un poema, la letra de una canción, un artículo de opinión o un libro son posibilidades de cambiar el sistema, reivindicarnos ante una injusticia, en definitiva, rebelarnos contra el mundo. Publicar tu libro puede ser una forma de mostrar esa rebeldía, esa denuncia, lanzar ese mensaje de crítica al sistema.
El escritor lo es porque lo necesita
Sientes una chispa interna que te impulsa a parar, sentarte y reflejar por escrito en un ordenador, el móvil, coger un lápiz o un boli y un papel. Y los motivos pueden ser variados, por ejemplo, viste un paisaje, conociste a alguien, algo que te hubiera gustado que te pasara, tienes una historia adentro, en tu imaginación, ahora es el momento de contarla, lo necesitas, tienes que escribir como comes o duermes, no te sientes completo si no escribes.
También volamos y hacemos cumplir sueños
Lees libros, disfrutas con sus autores, te emocionan las historias, sus personajes, viajas por sus páginas siendo feliz y te apetece compartir esa felicidad a través de tus relatos. Te emocionas en pensar que habrá lectores que sentirán esa sensación que transmites a través de las palabras. El hecho de escribir forma parte de ti, es innato y es algo que te desvela por las noches. Una persona puede tener muchos sueños, algunos pueden ser inalcanzables, pero escribir no lo es y cumplirlo solo depende de uno mismo. Aunque es posible que ofrezcas un servicio, para participar en un concurso literario u otros motivos.
¿Por qué escribo?
Breve historia de porque escribo
En mi caso, el escribir ha sido algo innato desde pequeño, cuando imaginaba historias y después se las contaba a mi amigo del cole. Donde las representábamos en la hora del recreo, creyéndonos superhéroes con poderes como la invisibilidad y la superfuerza. Después llegó la pubertad y descubrí el amor, de esa manera mis historias fantásticas, se transformaron en poemas románticos, escritos a un amor platónico casi nunca correspondido y en ocasiones fugaz como un suspiro. Esa fue una manera más de sacar mis sentimientos a flote.
De vencer mi timidez con las personas y en especial con las chicas.
Después un parón, me volví demasiado adulto para mi edad y todo aquello me parecían tonterías sin sentido y las enterré entre muros de soledad. Con el tiempo y acumulándose en cajones y libretas perdidas, reaparecieron las palabras en mi vida como esperando a que fuera el mejor momento para salir a la luz por eso aquí y ahora es el tiempo cuando renacen las ilusiones y los motivos cobran razón.
¿Y ahora, qué?
Compartirlas ahora con el mundo me ayuda a entenderme mejor a mi mismo y a todo lo que me rodea. No pienso que deje de crear nunca, no entra en mi naturaleza el ser pasivo con la realidad, tengo que interactuar con ella, desde la paz de las palabras, desde la quietud de las letras, pero con la acción y la determinación que me impulsa a continuar.
Gracias por tu tiempo y nos leemos muy pronto.
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