En este momento, puede que las llamas profesen otro súbito despertar conjunto y se salten esta etapa pasando directamente a la séptima u octava
fase que sería el nirvana.
Otra posibilidad es que una de ellas se dé cuenta de la gran unión espiritual que tienen, lo tiene claro y sabe que es un regalo único. Entonces puede que intente hacérselo comprender a la otra llama cuyo despertar es al mundo de materia, y le asalten las dudas, los impedimentos, pareja actual, familia, distancia, edad, condición social, etc. Entonces decide huir física y/o mentalmente porque tiene miedo de salir de su zona de confort, hacer daño a terceras personas, o simplemente, siente que no es el momento.
En este momento, respeto, a nosotras y nuestras llamas pues todo pasa en tiempo divino.
Esta posibilidad, puede ser alternativa y según el momento, una llama puede ser la corredora o la perseguidora.
Otra vez, se puede recurrir a ayuda profesional para liberar lazos que nos dificultan el avanzar, y poder caminar por un camino más fácil y amoroso. Para esto pueden acudir las dos llamas o una de ellas porque aunque no podemos entrar en la divinidad de nadie, si que podemos sanar nuestra relación con ella.